#ElPerúQueQueremos

“Siempre Trabajé para fortalecer a la mujer rural”

Historias de servidores públicos que tienen la roja y blanca en el pecho.

Susana Mendoza Sheen

Publicado: 2019-10-18

Lilian Chauca Francia es ingeniera zootecnista, dedicada a la investigación del cuy, animal nativo que sirve de alimento a miles de familias peruanas desde siempre. Sus estudios en el INIA han dado vida a tres razas de esta emblemática especie: Perú, Andina e Inti. 

Esta nota no solo trata sobre una servidora pública que tiene la roja y blanca en el pecho, es también sobre una mujer que encontró en su deseo inquebrantable por desarrollar estudios para la mejora genética del cuy, una forma de seguir unida a su esposo y padre de sus cuatro hijas e hijo, asesinado por Sendero Luminoso en 1991, Marco Saldívar, con quien compartía los mismos intereses de investigación.

La fuerza de ese pacto silencioso llenó su vida los años siguientes, y tal vez fue el impulso vital para que esta ingeniera zootecnista, formada en las aulas de la Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM) se dedicara a estudiar a un animal cuya crianza en aquellos años de violencia no era importante en el Perú.

La doctora Lily, como le dicen en el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA), donde trabaja desde hace 50 años, es coordinadora del Programa Nacional de Cuyes, un área en la que labora ese tiempo con un cohesionado equipo de profesionales.

Una unión, afirma, que les ha permitido viajar por diversas regiones del país, durante los inicios para conocer cómo criaban las mujeres los cuyes, por qué morían los recién naciditos y qué podían hacer para que crecieran un poco más.

“Les enseñamos a criar en núcleo a los animalitos, es decir, un macho con varias hembras, y paralelamente empezamos a investigar para lograr un crecimiento precoz y aumentar el número de camadas. Hoy en día hacen cuatro camadas por año, y nacen tres cuyes por cada una”.

De pura raza

Lilia Chauca no se volvió a casar, dedicó su vida a cuidar a su familia, disfrutó su maternidad tanto como su profesión, y encontró que ambas fuentes de realización eran totalmente complementarias. Sus hijas e hijo continúan siendo su fuente de inspiración.

Y eso la anima, su voz adquiere otro tono y cadencia cuando los recuerda de pequeños y habla de ellos ahora que son adultos. Lilia, hija de padres limeños, criada a la antigua, dice, sin embargo, recorrió el Perú y se entregó a la ciencia en tiempos que las mujeres no lo hacían

Las cinco décadas de labor ininterrumpida y al lado de profesionales dedicados con la misma pasión a darle valor trascendental al cuy (Cavia porcellus) han consolidado tres razas de este tipo de roedor: Perú, cuya carne tiene gran rendimiento; Andina es prolífica y posee alta incidencia de gestación posparto; e Inti que alcanza buen peso y resulta productivo. La cuarta es la interracial y está en pleno proceso de validación.

Mujer rural

Para la experta existen más cosas por descubrir del cuy, por eso forma una nueva generación de investigadores para que continúen el camino recorrido. A sus 74 años, la doctora Lily se siente satisfecha, pues lo que hizo tuvo un fin social: cambiar la vida de las mujeres del campo.

“Siempre trabajé para mi país a pesar de las adversidades, para fortalecer a la mujer rural, para que se valore al cuy, nuestra especie nativa. El trabajo con animales es muy tierno. El INIA seguirá comprometido en asegurar su mejora”. Lily tiene esperanza.

Hoja de vida 

Egresada de la UNALM con especialidad en nutrición animal. 

Es investigadora del INIA desde 1970. La actividad principal es la investigación pecuaria en mejoramiento genético, nutrición animal y sistemas de producción en cuyes (Cavia porcellus).

Ha publicado 136 artículos científicos en revistas nacionales e internacionales relacionados con sus estudios. Desarrolló los proyectos de Sistema de producción de cuyes y Producción de líneas mejoradas de cuyes.

Fotografía: Agencia de Noticias Andina


Escrito por

Susana Mendoza Sheen

Revelar la existencia de servidores públicos con vocación de servicio, es una forma de conjurar la desconfianza que se tiene del Estado.


Publicado en

La peor de todas

Un blog de Susana Mendoza