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“Los gerentes públicos somos la adrenalina para el Estado”

Historias de servidores públicos que tienen la roja y blanca en el pecho

Susana Mendoza Sheen

Publicado: 2019-10-15

En Tacna, redujo con éxito la obesidad y anemia en niños y niñas de esa región, lo cual le valió importantes reconocimientos. Claudio Ramírez Atencio es gerente público y hace ocho meses dirige la Dirección de Redes Integradas de Salud - Lima Norte. Confiesa que trabajar para asegurar que ningún vecino de ese territorio quede sin atención es tan intenso como la lucha contra la corrupción. 

La certeza de que su vida la dedicaría a la medicina para salvar las vidas de los más pobres pesó más que su historia familiar liderada por abogados. Claudio Ramírez Atencio eligió ser emergenciólogo, trabajar en la salud pública en su Puno natal y prepararse para ser un gestor del Estado. Ambas experiencias le revelaron que estaba hecho para enfrentar desafíos.

Desde hace ocho meses, está al frente de la Dirección de Redes Integradas de Salud (Diris) Lima Norte, un ámbito territorial de la capital que alberga a más de tres millones de personas que viven en los nueve distritos que forman parte de su jurisdicción.

“He venido al lugar más complicado de Lima y no me arrepiento, pues mi misión es cambiar las condiciones de salud de nuestro país. Por eso me gusta mejorar servicios, cambiar procesos y luchar contra la corrupción, que es lo más difícil porque significa chocar con mucha gente”.

Y claro, para una persona que trabajó ocho años en Puno y diez en Tacna, esta última década asumiendo funciones para el Ministerio de Salud desde la dirección regional de salud no ha sido fácil. Pero asumió el reto, seguramente fortalecido por sus éxitos en la región.

En la tierra de Jorge Basadre, redujo la obesidad infantil del 10.2% al 8.7% en niños y adolescentes de entre 10 y 19 años durante el período 2016-2017 gracias al programa Wira Warma (niño gordito), que implementó en el hospital Hipólito Unanue y atendió de forma integral a todos los usuarios.

De no haber sido formado como gerente público por la Autoridad Nacional del Servicio Civil (Servir) en el 2015, no habría obtenido estos resultados ni participado en el concurso Buenas Prácticas de Gerentes Públicos 2018, donde obtuvo el primer lugar en la categoría Nutrición Materno-Infantil.

“Los gerentes públicos somos una dosis de adrenalina que mueve al Estado. Nos formaron para ser honestos. La corrupción se ha establecido en el sistema de salud y cuando intervenimos nos enfrentamos a muchos problemas”, afirma.

Retos y visiones

Le gusta enfrentar retos, y a ello le suma la vocación por ayudar que aprendió en la escuela de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul, donde estudió de niño y adolescente. De aquellos años le queda también su amor por el folclor de su tierra.

Ahora en Lima visita el local del Brisas del Titicaca, un espacio en el que disfruta de sus raíces, baila y canta. La tierra en la que uno nace nunca se olvida, dice. Y sus mejillas se sonrojan ante tanta certeza.

Además de medicina, Ramírez Atencio estudió derecho para no defraudar a sus padres, rememora. Pero prefirió atender paros cardíacos, quemaduras graves y cirugías por accidente en emergencias de Essalud de Puno. Allí estuvo hasta el 2004. Un año después, viajó a Tacna.

“Nuestra gestión es una gestión honesta y correcta. Siempre recuerdo una frase de mi madre, que fue una abogada luchadora: el que no nace para servir, no sirve para vivir. El Estado me dio educación, por eso nos hemos propuesto consolidar una red integrada de salud para que ningún vecino de Lima Norte se quede sin ser atendido”. Claudio es un líder de 360°.

Fotografía: Agencia de Noticias Andina.


Escrito por

Susana Mendoza Sheen

Revelar la existencia de servidores públicos con vocación de servicio, es una forma de conjurar la desconfianza que se tiene del Estado.


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