ya acabó su novela

"Me gustan los finales felices"

Publicado: 2013-08-23

Eduardo Adrianzén Herrán se mueve entre la TV y el teatro como pez en el agua. Importante dramaturgo en nuestro país, actualmente es guionista del programa Conversando con la luna que trasmite TV Perú y de la obra de teatro El día de la luna, de próximo estreno.

Es un estupendo conversador y esta es la primera parte de una entrevista que le hice que salió publicada hoy en el Suplemento Variedades de El Peruano. Disfrútenla.


¿Algún rollo con la luna?
No. Pura casualidad. El nombre del programa de la TV lo puso el mismo canal, y la obra de teatro la escribí en homenaje al día que el hombre llegó a la luna. Yo tenía cinco años y en casa recién estrenábamos el televisor Philco en blanco y negro.
Y a propósito, con qué frecuencia conversas con la luna
Ahora mucho porque estamos preparando la tercera temporada de "Conversando con la luna" y produciremos doce novelas cortas sobre temas relacionados con malas prácticas médicas, embarazo adolescentes, las redes de burriers que captan chicas...
Te interesa la temática social...
Siempre, desde que empecé, y me gusta trabajarlo desde el melodrama pero sin truculencias ilógicas, mas bien con profundidad.
Tienes sensibilidad social ¿por qué no militaste en un partido político?
Bueno, siempre he tenido una militancia bien clara, nunca he sido de derecha. Me parece interesante esta nueva confluencia de izquierda, estoy dispuesto asumir compromisos. Pero espero que sea acorde con los tiempos de hoy.
¿Qué ha cambiado?
La perspectiva de futuro. Los jóvenes de hoy se relacionan con el mundo. Las comunidades virtuales lo permiten y su visión va más allá de su casa y barrio. Ahora piensan en trabajar y estudiar en otras partes del mundo.
¿Eres solitario?
Sí, los escritores somos por fuerza solitarios. Pero me gusta socializar, me agrada enseñar por ejemplo, conocer otras realidades. Ahora, es verdad que para escribir hay que establecer relaciones empáticas siempre. Entender al otro, sino estás perdido.
¿Ha sido difícil para ti?
No. Tuve la buena fortuna de que mi familia me enseñara que todas las personas somos iguales, de que no soy más ni menos que nadie.
¿Ser famoso no aumentó tu ego?
No. Por el contrario me he vuelto más responsable en dar opinión. Para mi es un privilegio ser comunicador en un país donde no todos tienen los mismos derechos. Tengo acceso a la televisión, escribo en medios, enseño.
¿Y así como eres locuaz para compartir tus ideas, lo eres para expresar tus emociones?
No. Siempre digo que el día que me encuentren en un programa compartiendo mi vida privada, me llevan a emergencias de un hospital porque seguro tengo un trastorno psiquiátrico.
¿Has tenido momentos dramáticos en tu vida?
Como todos. La muerte de amigos, problemas de familia o enfermedades. Es parte de la "piña cósmica". La mala suerte ocurre. No tiene relación con la maldad o bondad que tienes.
¿Eres conservador?
Sí, tal vez por el lado de la familia de mi mamá. Es arequipeña, más seria, son profesionales. Tal vez por eso sea tacaño (risas) ... no, la verdad soy previsor. Por ejemplo dentro de poco cumplo 50 años y no tengo tarjeta de crédito (risas). Es mi pequeña rebeldía con el sistema.
¿Te cuesta adaptarte a él?
No. Siempre he buscado adaptarme. Es la historia de mi vida. Nunca espero condiciones ideales para escribir guiones de televisión o para hacer teatro. Aprovecho lo que tengo. He sido un buen pobre.
¿Qué te da escribir guiones para la TV?
La posibilidad de buscar la conciliación entre las personas. Me gusta que mis personajes tengan una conexión humana entre si, y que eso les sirva para crecer y convivir en armonía.
No eres tanático...
Nooo, para nada. Me gustan los finales felices. No soy "Disney" pero creo que las personas siempre tienen la posibilidad de construir cosas bacanes.
Qué historias te faltan contar en la TV.
Me gustaría escribir sobre el verano en la playa Asia, pero contarlo desde la gente que trabaja en las casas, que chambea para que otros se diviertan. No me interesa la vida de los ricos y famosos.

Escrito por

Susana Mendoza Sheen

Revelar la existencia de servidores públicos con vocación de servicio, es una forma de conjurar la desconfianza que se tiene del Estado.


Publicado en

La peor de todas

Un blog de Susana Mendoza