Lo vi de espaldas con los pelos parados. Alto. Primera impresión errada. Cuando volteó al responder mi llamado, su rostro era delgado y su mirada tranquila. Segunda impresión equivocada. Imaginé encontrar una cara medio ancha a medio cubrir por una barba lampiña y con cara de malo. Corte. Augusto Pietro Sibille Eslava se llama. Es un excelente actor y siente que su vida ha transcurrido con rapidez e intensidad. A partir del jueves 18 de agosto, se presenta en la obra “Demasiado poco tiempo” en el teatro Larco. Un montaje para morirse de risa y parar de sufrir.

Eres Pietro ¿un hombre duro o resistente?

Soy un hueso duro de roer. Es el nombre de mi bisabuelo. Soy resistente a todo, a los vapuleos de la vida…

¿A los éxitos?

No se necesita resistir el éxito…

¿Y al desamor?

Cada vez más (Risas)…pero con la vida que he llevado creo que sí. Creo que nadie podría soportar la intensidad de vida que he llevado en estos últimos años.

¿Y cómo ha sido?

Por épocas, muy desenfrenada y llena de excesos

¿Ahora estas cauto?

Estoy más tranquilo, en un proceso de metamorfosis. Estoy en cuarentena, cuidándome mucho físicamente. Evito algunas sustancias. Soy de espíritu atormentado e inquieto.

¿Entre el niño Pietro que escuchaba los cuentos de su tío el escritor Jorge Eslava y el de ahora pasó algo?

Jorge antes de dedicarse a la literatura infantil, escribía poemas, así empezó, y en esa etapa fue muy atormentado y el ejercicio de la poesía fue muy complicado para él. Lo recuerdo temperamental.

¿Es un referente importante en tu vida?

Un referente paterno muy importante, hasta ahora. Lo admiro muchísimo, es uno de mis tíos más queridos. No lo busco tanto como quisiera, pero lo hice cuando me sentí fatal y en crisis, o lo hago para compartir con él momentos felices de mi vida como cuando estreno una obra de teatro o una película. Él me acompaña.

¿Qué es lo más importante que sientes que te ha dado?

Además de afecto y apoyo, enseñarme a quererme un poco más, a tener más amor propio, un tema complicado para mí. Me enseña a encontrar valor en la disciplina y dedicación a lo que uno hace.

¿La actuación te libera de algo?

En cierto sentido es como una catarsis.

¿Y de qué principal demonio te libera?

Quizás de la inseguridad. Con la actuación me siento capaz de hacer algo bien, de hecho se que actuar lo hago bastante bien, lo que pasa es que siempre está acompañado de insatisfacción que a veces es buena, pero otras veces puede ser destructiva.

¿Has interpretado un personaje que te haya confrontado mucho?

Creo que el peor espejo que he tenido soy yo mismo, más que cualquier otro personaje. Ninguno me ha producido conflictos internos espantosos. Nunca. Me aceleraron un poco, pero pasa, depende la escena y el momento en que uno se encuentre.

¿Pensé verte con cara de malo?

Y eso que he venido tensísimo en el taxi porque me pongo de mal humor muy fácilmente.

¿No querías conceder esta entrevista?

Claro, la entrevista no es la parte más bonita de mi oficio, pero me molesta no llegar temprano y no cumplir impecablemente con mis compromisos.

¿Te gusta que te miren, no?

Como cualquier actor. Nosotros somos el resultado de las miradas de los otros en el escenario o la pantalla. Como le ocurre a un pintor que le gusta que vean sus cuadros, o a un escritor que lean sus novelas.

¿Te hubiera gustado ser invisible?

De chiquito, y alguna vez lo dije en una entrevista. Me gustaba pasar desapercibido y de alguna manera era invisible porque no era ni el popular ni el pendejo de la clase que se llevaba el respeto y temor de los chicos, pero tampoco fui el “lorna”. Fui como un punto neutro, gordito, totalmente desadaptado y aislado.

¿Soñabas algo con frecuencia?

No lo recuerdo, pero a veces quería ser el increíble Hulk (Risas)…

¿Verde?

No, creo que tenía relación con mi personalidad, una rabia contenida. Muchas veces he sentido rabia, al punto de transformarme en otro. Ahora, controlo más mis monstruos.

¿Desarrollas tu mundo interior?

Me encantaría creer, tener fe en algo. Creo en muy pocas cosas.

¿No crees que sea posible crear una sociedad diferenta?

No creo en el amor, ni en la amistad. Soy un poco contradictorio. Puedo sentir muchas cosas un día y al día siguiente, no.

¿Te gusta la política?

No. Lo primero que se me viene a la cabeza es caca. Y como alguien dijo, la política es tan importante que no puede quedar sólo en manos de los políticos.

¿Crees que llegaremos al mundial 2014?

No lo puedo decir. Puede que sí, pero en el fútbol uno nunca sabe.

No eres muy deportista que digamos…

Lo soy por temporadas. De chiquito hice karate, llegué hasta cinturón marrón. Hice de todo, me matriculaban en todo. Ya de grande empecé a entrenar Muay Tay para mi personaje de la Gran Sangre.

¿Qué película has visto hasta el exceso?

El Resplandor de Stanley Kubrick. Me encanta Jack Nicholson, le tengo un culto total. Me gusta su rebeldía, irreverencia, es un actor trasgresor, sarcástico, cínico. Es un animal.

¿Y en este momento en qué onda estas?

Pues bien, de buen ánimo después de mucho tiempo, con más sangre en las venas que alcohol (Risas). De hecho estoy en un proceso radical de desintoxicación.

¿Sientes que tu vida se ha pasado rápido?

¡Por supuesto!

¿Imaginaste estar donde estás?

Quizás soñaba con mucho más, pero ya no me atormento por esos sueños. Uno aprende con los años a poner los pies sobre la tierra y enterrar los sueños. Es parte de la vida.

¿Y qué sueño has enterrado?

No sé, quizás he sido demasiado ambicioso. Pero a lo mejor todavía no es tiempo para desertar ¿no?

Publicado en el Suplemento Variedades