Matilde Caplansky: "Keiko tiene un complejo de Electra dramático"
No necesita presentación Matilde Ureta de Caplansky, es una destacada psicoanalista de nuestro país, y conocida es por sus estudios sobre la identidad femenina. Aquí, sólo la primera parte de sus impresiones sobre la candidata Keiko Fujimori Higushi, Ollanta Humala y nuestra “clase política”
¿Por qué muchas mujeres no sienten felicidad que Keiko Fujimori pueda ser la próxima presidente del Perú?
-Mi hipótesis es que una cantidad considerable de gente no votó por ella sino por el padre. Creo que tiene algunas desventajas como mujer. La primera, es ser hija de Fujimori, sometida y entregada, con un “Electra” tan dramático que le hace afirmar que el mejor presidente del Perú es su papá. Eso, es una falta de discreción.
¿La ganó su lado niña y no su lado adulta?
-Así es. Ella puede decir que puede emular y ser le mejor que pueda de los presidentes del Perú, buenos y malos. Es una alusión general. Pero ella siempre se refiere a su padre, y no al ex presidente que fue. A muchas mujeres, les ha dado más alegría la presencia de Susana Villarán en la alcaldía de Lima, que lo de Keiko.
¿Qué señal mostraría que Keiko está dejando de ser la niña “edípica” para ser la mujer adulta que es?
-Una forma de comenzar una relación humana, cuando uno se ha equivocado, es pidiendo perdón. El perdón, es de las grandes personas. Ella podría decir que durante el gobierno del señor Fujimori se cometieron tales errores, que de salir elegida no cometerá los mismos y que como el pueblo del Perú siente dolor por los errores cometidos. Pero no hay eso, más bien trasmite soberbia. Está a la defensiva la muchacha.
Y alrededor de ella hay personas que no la ayudan a crecer…
-Sí pues. No creo que Rafael Rey la ayude mucho. Recuerde que en un mitin llevó a la madre, después de no haberla tratado bien. Con ella, se portaron pésimos todos los hijos. Creo que el peso de la cultura japonesa es muy fuerte: la fuerza del emperador versus la inexistencia de la mujer. Además, su hermano Kenyi es el más votado para el Congreso: ¡existe un espíritu monárquico en esa agrupación!
Una ironía porque ingresaron a la escena política peruana diciendo que no iban a ser políticos tradicionales…
-Es lo que dijo Fujimori en 1990. Pero el poder lo trasmite de forma consanguínea. Ni el presidente Alan García lo ha podido lograr con tantos hijos que tiene…
¿Por ser una mujer joven, Keiko Fujimori podría esperar a ser presidente?
-Perfectamente, pero el que no puede esperar más es su padre. Y el mandato paterno es sacarlo, ya.
¿Pero por qué este 23 por ciento de peruanos apuesta por ella?
-Un amigo mío, de 45 años de edad, me dijo que la respetaba y admiraba porque mientras el padre se fugaba y enviaba un fax, y el asesor huía en un yate, ella se quedó en Palacio y apagó la luz. Eso es verdad, y es parte de lo que le toca hacer a las mujeres tradicionales: apagar la luz y esperar a que regresen sus hombres que las abandonaron.
Pero eso no aparece como una debilidad para ella…
-Es verdad, más bien parece que consideraran que es parte del fujimorismo; es decir, su padre la educó tan bien, que ella se porta como corresponde.